En este artículo veremos cómo es que la Revolución Mexicana fue el movimiento social de mayor envergadura en el mundo latinoamericano, y uno de los más importantes del mundo occidental por su magnitud y violencia. No solo nos quedaremos con la historia de los libros si no tomaremos diferentes puntos de vista.
Ya que La Revolución Mexicana que comenzó como un cuestionamiento al régimen autoritario de Porfirio Díaz, terminó sacudiendo todos los órdenes de la sociedad. Luego de ella nada permaneció como antes: Toda la sociedad se vio afectada por un conflicto que asumió los ribetes de una verdadera guerra civil, en el que ninguno de los sectores sociales pudo permanecer indiferente o al margen.
Luego de ella, México consiguió salvar la brecha entre la violencia revolucionaria y la institucionalización, construyendo un orden que haría posible la estabilidad política y la modernización dentro de un nuevo marco de ideales y de propósitos, con un nuevo y mucho más amplio grupo de participantes en el sistema político.
La reorganización del Estado permitió la profundización de los procesos de industrialización y urbanización, mientras aparece el nacionalismo como sentimiento generalizado. La Revolución Mexicana fue un factor decisivo en la pregunta por la nacionalidad, en una etapa en la que descubre que la identidad no es única, y en el que a partir de ella se asiste a un proceso de revisión y reconstrucción de una nueva nacionalidad.
En el largo periodo que el general Porfirio Díaz ocupó la Presidencia de la República se hicieron más evidentes y cruentas las abismales diferencias en riqueza, educación y bienestar entre la inmensa mayoría del pueblo y el reducido grupo que, al amparo del poder del gobierno porfirista, gozaba prácticamente de todos los privilegios, a costa de condenar a la miseria a esa mayoría ya harta de su pobreza e ignorancia.
Aunque la miseria corroía los cimientos de la sociedad mexicana, finalmente no afloraba de manera abierta debido a la ancestral sumisión y al control que las poderosas fuerzas locales mantenían sobre un pueblo hundido en la ignorancia.
Pero la falta de libertades políticas, que se traducía en la escasa posibilidad para las clases medias emergentes de ascender socialmente y tener acceso a los puestos de mando y la riqueza, fue abriendo paso a los reclamos y exigencias de éstas, hasta llegar al estallido de la violencia armada.
Precisamente fueron esas clases ilustradas, que contaban con la preparación y el conocimiento de la situación real del país, quienes plantearon la necesidad y después la exigencia de que se abrieran los cauces para tener la oportunidad de ocupar los puestos que ya de antiguo se encontraban en las mismas manos, ahora cansadas y viejas, de los beneficiarios de la paz porfiriana.
Desde el mismo momento en que triunfa la revolución convocada por Madero, se comienzan a generar problemas al interior del grupo revolucionario, lo que aunado a omisiones, errores y promesas no cumplidas, darían por resultado que la revolución no lograra avanzar y profundizar como deseaban sus iniciadores
Este periodo revolucionario culminó inclusive con el asesinato de su principal promotor, Francisco I. Madero, a quien se ha dado en llamar, con justicia, el "mártir de la democracia".
Autor: Leticia Barragán López
Investigadores y colaboradores:
Leite Salas Jenni Stephanie
Aristeo Millan jaquelin
Napoles Bermejo Edna Karina
Torres Galindez Diana
Ya que La Revolución Mexicana que comenzó como un cuestionamiento al régimen autoritario de Porfirio Díaz, terminó sacudiendo todos los órdenes de la sociedad. Luego de ella nada permaneció como antes: Toda la sociedad se vio afectada por un conflicto que asumió los ribetes de una verdadera guerra civil, en el que ninguno de los sectores sociales pudo permanecer indiferente o al margen.
Luego de ella, México consiguió salvar la brecha entre la violencia revolucionaria y la institucionalización, construyendo un orden que haría posible la estabilidad política y la modernización dentro de un nuevo marco de ideales y de propósitos, con un nuevo y mucho más amplio grupo de participantes en el sistema político.
La reorganización del Estado permitió la profundización de los procesos de industrialización y urbanización, mientras aparece el nacionalismo como sentimiento generalizado. La Revolución Mexicana fue un factor decisivo en la pregunta por la nacionalidad, en una etapa en la que descubre que la identidad no es única, y en el que a partir de ella se asiste a un proceso de revisión y reconstrucción de una nueva nacionalidad.
En el largo periodo que el general Porfirio Díaz ocupó la Presidencia de la República se hicieron más evidentes y cruentas las abismales diferencias en riqueza, educación y bienestar entre la inmensa mayoría del pueblo y el reducido grupo que, al amparo del poder del gobierno porfirista, gozaba prácticamente de todos los privilegios, a costa de condenar a la miseria a esa mayoría ya harta de su pobreza e ignorancia.
Aunque la miseria corroía los cimientos de la sociedad mexicana, finalmente no afloraba de manera abierta debido a la ancestral sumisión y al control que las poderosas fuerzas locales mantenían sobre un pueblo hundido en la ignorancia.
Pero la falta de libertades políticas, que se traducía en la escasa posibilidad para las clases medias emergentes de ascender socialmente y tener acceso a los puestos de mando y la riqueza, fue abriendo paso a los reclamos y exigencias de éstas, hasta llegar al estallido de la violencia armada.
Precisamente fueron esas clases ilustradas, que contaban con la preparación y el conocimiento de la situación real del país, quienes plantearon la necesidad y después la exigencia de que se abrieran los cauces para tener la oportunidad de ocupar los puestos que ya de antiguo se encontraban en las mismas manos, ahora cansadas y viejas, de los beneficiarios de la paz porfiriana.
Desde el mismo momento en que triunfa la revolución convocada por Madero, se comienzan a generar problemas al interior del grupo revolucionario, lo que aunado a omisiones, errores y promesas no cumplidas, darían por resultado que la revolución no lograra avanzar y profundizar como deseaban sus iniciadores
Este periodo revolucionario culminó inclusive con el asesinato de su principal promotor, Francisco I. Madero, a quien se ha dado en llamar, con justicia, el "mártir de la democracia".
Autor: Leticia Barragán López
Investigadores y colaboradores:
Leite Salas Jenni Stephanie
Aristeo Millan jaquelin
Napoles Bermejo Edna Karina
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